10 de Mayo de 2024

-Si nadie puede seguir tus planes, ve solo, en el camino encontrarás gente 

Por Nancy Jácome

Las revistas de moda y belleza dividen a las generaciones por “X”, “millennial”, “Z” e “Y”. Dicen que las dos últimas estarán más predispuestas a acumular más experiencias de vida que cosas, y tal vez en esta ocasión las revistas de moda no estén tan equivocadas.

Este fin de semana, después de mucho pensarlo y de ver que nadie podía acompañarme, pagué un boleto en una agencia de turismo para irme sola a las Grutas de Tolantongo, mi sorpresa fue grande al ver que iba en un camión casi copado por puros adolescentes, de preparatoria, me dijeron. 

En mis tiempos, mis compañeros sólo se iban de viaje al menos que fuera de graduación,  ahora estos muchachos agarran un autobús, un permiso y se van a descubrir el mundo, obviamente con dos que tres padres acompañándolos.

Mientras ellos iban en un grupo numeroso, yo me tuve que ir sola siguiendo un consejo que vi por ahí en una página de viajeros que decía, “si nadie encaja con tus planes, ve solo, en el camino encontrarás gente que los siga”, y efectivamente, me encontré con dos chicas que eran primas, una señora que ya es abuela y armamos un excelente grupo en el que disfrutamos al máximo.

Después de todo, tal vez no sea tan descabellado comprar un boleto y viajar solo, para mí fue un paseo bien aprovechado desde el primer minuto en el que llegué, y hasta tiempo me sobró, porque supimos que íbamos a ver todo lo que podíamos.

Tal vez en internet y agencias de viajes veas que Tolantongo se está poniendo muy de moda como destino turístico; le pregunté a uno de los empleados y me dijo que ya tienen 25 años funcionando; pero antes de que se vuelva más popular y los precios suban o la gente lo llene al tope, aprovecha y escápate con tu familia, porque el ambiente es sumamente familiar.

Para que lo pienses, te doy algunos detalles económicos de mi viaje, el primero es que el boleto me costó 850 pesos en la agencia, ya con la entrada a las grutas incluida; como los autobuses no pueden entrar hasta las grutas, te dejan ocho kilómetros arriba y hay microbuses especiales destinados para recoger a los visitantes, los cuales cobran 20 pesos por persona para bajarte hasta el centro de recreación.

Una vez en el paso principal, quien se vaya por su parte debe pagar cerca de 140 pesos la entrada, ¡todo es gratis!, entras al río, a las grutas, a una cueva, a las pozas, pasas el puente colgante, es decir, ya no tendrás que gastar un solo peso en divertirte, a menos que te quieras aventar de la tirolesa más grande del estado de Hidalgo, punto para el que íbamos animadas hasta que vimos qué tan alto estaba el juego.

Yo fui en un sábado y en un solo día recorrí perfectamente la instalación; como ya aprendí la lección de llevar lonche y al parecer ellas también, no gastamos en el desayuno, sólo en un tentempié antes del mediodía; la comida es muy barata, no hay nada cobrado en exceso, por lo que incluso si quieres desayunar ahí, te lo recomiendo.

Eso sí, Tolantongo estaba invadido de casas de campaña, pues por un costo mínimo puedes quedarte en un hotel o a acampar, en ambos casos debes comprobar en persona en las instalaciones, porque no hay reservaciones. También debes llevar efectivo porque no hay cajeros alrededor, sólo montañas y más montañas. Las habitaciones no son excesivamente caras y tampoco la renta de las casas de campaña.

Lo que sí te recomiendo llevar son “water shows”, ya que puedes caminar en el río, en la cueva y en la gruta, pero las piedritas pueden lastimar tus piecitos, si no los consigues en tu ciudad, no te preocupes, en Tolantongo también venden a 150 el par. Llévate una cámara contra agua, con ella podrás tomar fotos en todos los lugares, y créeme, vale la pena, de lo contrario podrás comprar ahí mismo en la instalación una funda para tu celular por 160 pesos, y con esos paisajes increíbles terminarás haciéndolo; y si le sumas la comida y la cena a estas compras, esos fueron todos mis gastos, más un suvenir, el recuerdito nunca puede faltar. No gasté más de 600 pesos estando ahí y eso porque no llevaba algunas cosas necesarias para el viaje.

No puedo dejar de contarte que los trabajadores del lugar son excelentes, te orientan, te dicen las normas, pero en ningún momento son groseros, punto a su favor. Y aunque fui en fin de semana y había mucha gente, la organización estuvo de lo mejor y la limpieza del lugar es excelente, todo está bien cuidado, por lo que no hay basura por ningún lado que dé mala imagen; los botes de basura abundan, pero nunca están llenos, lo que quiere decir que están al pendiente de este importante punto. Una vez fui a Micos, en San Luis Potosí, y aunque era hermoso, aún recuerdo los pañales tirados y las bolsas de basura copando el lugar. 

Así que antes de que Tolantongo sea más conocido y sea invadido por más personas, agarra tu maleta y date la vuelta con tu familia, el lugar vale la pena. Si nadie puede acompañarte, vete solo, en el camino encontrarás gente.