19 de Abril de 2024

-Soy una chica “Chick lit” 

Por Nancy Jácome

Hasta hace unos días me di cuenta de que soy una chica “Chick lit”, o mejor dicho, una lectora de este género, el cual comenzó a popularizarse en los años 90; algunos lo llaman la segunda ola del feminismo, la verdad es que no lo sé, sólo sé que con algunas historias me identifico o nos identificamos la mayoría de las mujeres de mi generación, es decir, de los “millennials” para adelante.

En este género de novelas se encuentran los Diarios de Brigth Jones, entre otras obras igualmente conocidas y llevadas al cine. En este género se reemplaza a la típica damisela que necesita ser rescatada del mal del mundo, ahora tal vez deba ser rescatada de ella misma y de sus ganas de ser alguien en la vida. Entre ser una profesionista, esposa dedicada, madre amorosa, amiga fiel, mujer y amante, muchas veces se pierde el camino y estas historias están dedicadas a realizar el balance entre lo profesional y lo familiar.

Sin duda, mi favorita es Sophie Kinsella, quién tiene una forma de escribir rápida, ingeniosa y divertida, las páginas se te van como agua y su sarcasmo no tiene precio; sus protagonistas son mujeres que trabajan, esas que buscan superarse en la vida, que ponen todo su esfuerzo en su trabajo y que a veces pierden el camino entre lo profesional y la vida misma.

Acabo de leer “La Reina de la Casa”, de esta autora, un libro que efectivamente nos hace darnos cuenta que somos adictos al trabajo. Al principio pensé que yo era la única de mis amigas, después me di cuenta que somos varias las que andamos haciendo malabares entre trabajo, vida, familia, y bueno, en mi caso, perros, en el de ellas, hijos. Terminamos cansadas física y mentalmente, comprando pizza y un buen vino para afrontar el siguiente día al igual que Samantha, la protagonista de esta historia.

Debo decir que no todas mis amigas son así, tengo algunas que han aprendido a trabajar y a disfrutar la vida, de poquito, tranquilas y relajadas, y tengo otro grupo en el cual me incluyo, que tal cual las protagonista de esta historia exprimen cada minuto de su vida trabajando.

Sí, porque aunque no lo crean encontramos cierto placer en ello. Un día, una amiga me dijo que yo era adicta al trabajo, hoy la veo y ahora es ella quien hace malabares con cuatro trabajos y un par de pequeños.

En este libro, Sophie Kinsella describe bien a las mujeres de ahora, a veces no sabes ni qué compras, muchas veces adquieres cosas que no necesitas, pero ahí vas y compras lo que se supone debes comprar para verte bella, aunque no te dé tiempo de usarlo y no sepas cómo usarlo, porque estás tan ocupada con el trabajo que tus comidas son rápidas, tus sueños son exprés y tu necesidad por ver si el mundo no ha cambiado en tu correo electrónico o redes sociales es tan irracional que miras el teléfono cada 30 segundos, en lugar de mirar el atardecer desde tu ventana.

Sí, Kinsella ha dado en el clavo y no puedes dejar de leer la historia de Samantha, una abogada que a los 29 años está a punto de convertirse en la socia más joven del bufete de abogados para el que trabaja, tiene una amiga que vive la vida de viaje en viaje y de la cual recibe una gran influencia; como toda historia de este tiempo y hecha para mujeres hay un romance.

Es una historia que nos invita a detenernos en la vida y dejar de exigirnos tanto, porque tal vez tener el mejor carro no sea precisamente lo que necesitamos para ser felices, ni tampoco lo sea una carrera laboral exitosa.

Cabe hacer mención que Nancy Mitford es la escritora a la que se le considera la presurosa de este género, pero honestamente yo estoy leyendo todo lo que encuentro de Kinsella. Si gustas leer algunos libros de Mitford aquí te dejo algunos títulos que puedes buscar: “A la caza del amor”, “Amor en clima frío”, “La bendición” y “No se lo digas a Alfred”. 

Nos vemos en la próxima columna, tomate el tiempo de tomar el café entre tus manos, disfrutar el aroma y ver por la ventana lo bello que es el amanecer, antes de sumergirte en el mundo laboral.