-Lecturas para niños
Por Nancy Jácome
Con motivo del Día del Niño, la Editorial Porrua reimprimió varios de los cuentos que en su momento José Vasconcelos promovió en 1924, cuando era titular de la Secretaría de Educación Pública, entre ellos se incluyen cuentos como “La mil y una noche”, así como fragmentos de obras literarias de gran impacto.
Hay que comentar que si bien cada día se están escribiendo cuentos enfocados cada vez más a la edad de los niños, hay algunos que como adultos siempre valdrá la pena recordar y compartir con las nuevas generaciones, pues mientras en los actuales se mencionan artículos más nuevos como teléfonos, en aquellos tiempos se hablaba de otro tipo de diversiones y travesuras.
Algunas recomendaciones de cuentos que comenzaron a salir fueron títulos como el de Xcuidihuini. Leyendas zapotecas de Andrés, y aunque no lo pude conseguir, al menos te puedo decir que ha llamado mi atención debido a que precisamente pocos son los cuentos que conocemos relacionados a nuestras propias culturas, por lo que tal vez no sea tan mala idea adquirirlo.
Steve Jobs ya tiene cuento, y aunque le reconozco la tenacidad a Steve y su gran poder de liderar a grandes mentes, no sería un ejemplo que yo le daría a mi hijo. Pero si tú sí comulgas con Jobs, bueno, ya sabes que tiene cuento.
Thor, Dios del Trueno, de Alicia Alarcón Armendáriz, tampoco lo he leído, pero sí te voy a recomendar que se lo compres a tu hijo; normalmente aprendemos más de la vida que de la escuela. Cuando salieron los “Caballeros del Zodiaco” (sí, yo pertenezco a esa generación), en la historia se hablaba de la Diosa Athenea y sus caballeros. Bueno, pues me interesé y caí en los libros de historia, sólo para saber que los caballeros no existían y que Athena es Diosa de la Sabiduría, pero bueno, de no haber visto algo que me interesara, probablemente nunca me hubiera puesto a investigar. El cuento regresa al Dios Thor, a sus verdaderas historias nórdicas y no a las que Marvel le inventó.
Así que si ya le diste juguetes y diversión a tu pequeño, no te olvides también de regalarle alimento para su mente y obséquiale un buen cuento. Algún día lo recordarán.
Como yo, que aún recuerdo una colección de cuentos muy destrozada que incluía Aladín y Simbad, el Marino, entre otros.
