-Un ilustre desconocido
Por Nancy Jácome
Penosamente debo decir que no he aprovechado como debiera el “Tour de Cine Francés” que conocido cinema está llevando acabo, si acaso acabo de ver mi primer filme de esta temporada “Un ilustre desconocido”.
Pero, mientras yo me he visto limitada por algunos contratiempos, tengo amistades que no se han perdido ni una sola película de la cartelera, y es que en ocasiones es bueno salir de esa monotonía en la que nos tienen las producciones gringas.
Sin leer la sinopsis entré a la sala a verla, por tanto no llevaba expectativas. A veces tardo en adaptarme al cine francés, pues estoy muy acostumbrada a las películas de Hollywood. Pero en esa ocasión no fue el caso, la película entró y aunque fue despacio, no tuvo escenas que me aburrieran. Una que otra persona si se quedó dormida, sus ronquidos los delataron.
Pero bueno, sobre esta película te puedo decir que Sébastien Nicolas, es un agente inmobiliario con una vida monótona, pero tiene una extraña afición, es adicto a la vida de los demás. Necesita verla, necesita recrearla, necesita imitarla y vestirse como esa otra persona. Necesita dejar de ser él.
El trabajo del actor Mathieu Kassovitz es muy bueno, pues además de interpretar a su personaje, debe copiar e igualar los gestos de los demás actores a quién imita y el trabajo se logra tan bien que sí llega a “engancharte”. Tiene una trama más o menos tranquila pero, a pesar de ello, tienes pequeños “brincos” en el corazón.
Al agente inmobiliario se le presenta la oportunidad de copiar una vida y quedarse con ella para siempre. Y Sébastien Nicolas la adopta sin problema alguno, va a su propio funeral y ni siquiera se inmuta al ver a su familia llena de dolor. Porque él, simplemente no se sentía satisfecho con su propia vida, él huía de sí mismo.
El discurso de la película invita a la reflexión, un poco de qué tan a gusto estamos con nuestra vida y otra sobre qué tan obsesionados estamos con los demás. Es una pregunta que tal vez no nos habíamos hecho antes y de pronto da miedo pensar que tal vez alguien más quiera usurpar nuestra vida, no porque seamos ricos, sino porque llena un vacío.
En un mundo tan sobrepoblado, hay mucha gente sola, tan solo está el agente inmobiliario, como solos están sus víctimas. De vez en cuando vale la pena salirnos de las películas de Hollywood y mirar los discursos que nos presentan otros países.
