-Entregó mil pesos a un taxista de este Puerto para que fuera a abandonar a su anciano progenitor al sitio más lejano posible
Por MA. CELIA ÁLVAREZ
Ruletero de este Puerto admitió haber recibido la cantidad de mil pesos por parte de una mujer, a cambio de aceptar ir a “perder” a su anciano progenitor, pidiéndole que lo llevaran hasta el sitio más lejano posible, de donde el adulto mayor no supiera o pudiera regresar, porque según lo expresado por la hija, ya estaba harta de él y no lo soportaba más.
Mientras lo trasladaba, afirma haberle preguntado algún destino de preferencia, respondiéndole el senecto que lo dejara rumbo a Tihuatlán, donde tenía parientes a quienes intentaría buscar, relató el chofer de la unidad de servicio público. Al llegar a su destino, agregó, el anciano bajó por su propio pie y echó a andar solo, por la calle, sin saber bien hacia dónde ir.
Esta situación parece cada vez más recurrente, ya que al dejar de ser productivos y convertirse en un carga para los hijos u otros familiares, éstos optan por deshacerse de ellos, observándose a algunos ancianos viviendo e incluso pernoctando en las calles, en condiciones de falta de aseo y notorio estado de necesidad, pidiendo limosna o bien pasando el día, y permaneciendo hasta altas horas de la noche, trabajando como “franeleros”.
Cabe señalar que pese a haber sido partícipe en este hecho, de acuerdo a lo dispuesto en el Artículo 156 del Código Penal, que establece que el abandono de una persona incapaz de valerse por sí misma, teniendo obligación de cuidarla, amerita pena de uno a tres años de prisión y multa de 50 días de salario, el taxista no habría incurrido en delito al prestarse a la situación.
Así lo confirmaron autoridades facultadas en la materia, al ser cuestionadas al respecto, aunque el ruletero, señalaron, sí habría tenido la obligación moral de denunciar o informar sobre el reprobable hecho, por tratarse de un acto perjudicial en contra de una persona desvalida, que se hallaba en situación de riesgo.