La mayoría de las personas opinan que por los precios altos, se abstienen de hacer un altar como se debe
CAROLINA ORDÓÑEZ
Tuxpan
Se señala a la economía como el principal factor de la disminución en la costumbre de esta tradición consistente en la colocación de altares y ofrenda en los hogares, esta costumbre es una de las que más identifica a México como un país, con mucho color y sabor.
“Ya no coloco mi altar como en años pasados debido a que todo está caro en estas fechas, si acaso pongo poco chocolate y un pan a mis fieles difuntos porque adornar mi altar de flores implica un gasto muy fuerte, qué más quisiera que fuera como antes, pero todas las cosas suben de precio año con año”, expuso María Hernández.
Esmeralda Díaz menciona que ya no es como tiempo atrás que siempre se destacaba esta fecha porque cada casa expedía el olor a tamales, chocolate, incienso y demás olores tradicionales a las fechas de Todos Santos, ahora ya no alcanza para tanto gasto, sólo algo pequeño si es que se tiene un poco de dinero, porque si no ya no se pone nada”.
Las experiencias han sido parecidas, mencionan que presencian el aroma de los fieles difuntos en sus casas, sienten su presencia, la nostalgia y la paz inundan sus hogares, algunas personas suelen sentir un aire que entra por sus puertas y ellos creen fielmente que es la llegada de los familiares que entran en su casa para hospedarse esos días.
Esperan con ansias la llegada de las almas de los fieles difuntos con poco o mucho que ofrecer en sus altares, pero siempre con el entusiasmo y la nostalgia al recordar los momentos en sus compañías.
